Sergio Ramírez/Colaborador
La sombra del descrédito se cierne sobre el presentador de televisión, Carlos Fernando Pérez Jiménez, conocido como “C4 Jiménez”, toda vez que es investigado por el delito de extorsión que cometió en contra de vendedores de autos, carniceros, abarroteros y dueños de bares del Centro Histórico y la Zona Rosa de la capital del país, quienes lo han catalogado como toda “una fichita” y ya tienen listas las denuncias para interponerlas ante el Ministerio Público.
Por su forma de actuar, se ha hecho de varios peligrosos enemigos quienes le han lanzado constantes amenazas de muerte. Carlos es egresado de la escuela de periodismo Carlos Septién García, y aunque terminó su carrera, jamás ha sacado su cédula profesional para ejercer adecuadamente.
De hecho, cuando el entonces titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Omar Hamid García Harfuch se enteró de esta situación, de inmediato se deslindó de cualquier relación con Pérez Jiménez y dijo que “obviamente no voy a poner en juego mi imagen ni mi cargo por alguien que utiliza un medio de comunicación como tapadera para cometer ilícitos ni le he regalado armas como él lo comentó el año pasado ante un juez del Reclusorio Oriente”.
De acuerdo con informes proporcionados por policías de investigación, el conductor de “C4 En Alerta” programa televisivo que se transmite de lunes a viernes por Canal 6 Multimedios, comanda un grupo de ex elementos policiacos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), con quienes comete impunemente sus ilícitos.
Incluso, bajo la protección de un alto ejecutivo –del cual en breve se revelará la identidad- de dicha empresa televisiva que opera desde la ciudad de Monterrey, Nuevo León, mete videos de grupos delictivos menores, cuyos líderes se niegan a pagarle una cuota mensual para que no sean exhibidos al momento en que cometen sus fechorías ni revelar nombres de los integrantes ni los lugares donde operan.
Una de las víctimas –de la que por el momento reservaremos su identidad- quien se dedica a la venta de autos semi nuevos, narra que hace cuatro años, unos sujetos acudieron a su negocio para adquirir un auto semi nuevo y con el pretexto de “probar el motor” le pidieron que los acompañara y durante el trayecto, inesperadamente comenzaron a amenazarlo y golpearlo, además de que le dijeron que iban por parte de “C4 Jiménez” y que le tenía que “entrar” con 400 mil pesos para dejarlo trabajar en paz o de lo contrario lo seguirían frecuentando en el negocio y hasta en su domicilio para desquitarse con sus familiares. Minutos después, lo regresaron a su establecimiento.
Días después, el afectado cedió a las amenazas y les proporcionó el dinero que le habían exigido; e incluso, le pidieron la misma cantidad mensualmente. El vendedor de autos logró evadirlos durante un tiempo, pero no contó con que los extorsionadores comandados por Carlos Jiménez regresarían para agredirlo en cuatro ocasiones en su domicilio como una forma de presionarlo para que les diera más dinero.
Tiempo después, cuando aparentemente el problema ya se había calmado, el afectado recibió un balazo en la espalda desde una motoneta tripulada por dos sujetos, cuando le mostraba a un cliente la mercancía que tenía en existencia.
Debido a la artera agresión, el empresario estuvo hospitalizado durante cuatro meses, pues la bala le destrozó parte de la columna y a pesar de las cirugías y tratamientos médicos recibidos, quedó paraplégico y ahora utiliza una silla de ruedas para transportarse.
Con el tiempo, contrató a un abogado para que le ayudara con el asunto, pero éste se “vendió” con Carlos Jiménez y lo ponía al tanto de todos los movimientos, lo que ocasionó que la situación se agravara y el afectado tuviera que irse a radiar a otro estado de la república.
A esta denuncia se suman las de comerciantes del Centro Histórico, Restauranteros, abarroteros, dueños de bares y carniceros, quienes se han quejado de que un grupo de expolicías de investigación y preventivos les cobran derecho de piso en nombre de “C4 Jiménez” y si no ceden a pagar cuotas que van desde los 50 mil a 100 mil pesos mensuales, los amenazan con golpearlos y exhibirlos en la televisión con delitos fabricados, como si fueran auténticos delincuentes. E incluso aseguran que en ocasiones, el presentador de televisión ha llegado con los extorsionadores y ha grabado los encuentros.
Carlos Fernando Pérez, alardea que está protegido por el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) e incluso en sus brazos lleva un tatuaje que lo identifica como integrante de esa célula criminal, lo cual utiliza para sembrar miedo a sus víctimas. Esto, por supuesto provocó que se ganara muchos enemigos como la Unión Tepito, cuyos sicarios lo han amenazado de muerte.
Cabe señalar que C4 Jiménez es integrante de una familia disfuncional, en la que su padre, Fernando Pérez, un sujeto alcohólico, golpeaba constantemente a su madre cuando era pequeño; de ahí le guarda mucho resentimiento al grado de que cuando comenzó a ejercer el periodismo, prefirió omitir su apellido paterno y firmar sus notas con el seudónimo de “Carlos Jiménez”.
En 2022, Carlos Fernando enfrentó una denuncia penal en su contra en los juzgados del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente por el delito de violencia familiar y amenazas que cometió en contra de su ex esposa –periodista de profesión- Eunice Olvera Albarrán, a quien golpeó y amenazó con una pistola calibre 380 que presuntamente le había regalado el entonces titular de la SSC, Omar García Harfuch.
Este último dato, por supuesto que ya fue desmentido por el ex jefe policiaco y actual aspirante a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. “C4 Jiménez” tiene un amplio expediente delictivo que será dado a conocer en los próximos días.
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