Abusos, Hostigamientos, Despidos Injustificados Y Falsos Profesionistas En Secretaría De Cultura CDMX

 

*Cuando los empleados son despedidos, les obligan a firmar diversos documentos para evitar que inicien demandas penales contra la instancia y su titular, Claudia Stella Curiel de Icaza

 

*Roberto Cruz Guerrero Torres, titular de Promoción y Difusión Cultural; falso licenciado, únicamente tiene terminado el bachillerato

 

Juan Bermúdez/reportero

 

Por enésima ocasión, queda en entredicho la política de “fuera abusos y compadrazgos” que constantemente pregona la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, pues en las diversas áreas que conforman la Secretaría de Cultura a cargo de Claudia Stella Curiel De Icaza, se cometen diversas injusticias y arbitrariedades que van desde los despidos injustificados, retención de salarios, recisiones de contratos, hostigamiento laboral y constantes amenazas por parte de funcionarios medios en contra de sus subordinados.

 

 

 

 

 

De acuerdo con informes obtenidos por este medio periodístico digital, incluso, muchos de los empleados de la instancia adscrita al gobierno capitalino, cuando son despedidos –en su mayoría de forma injustificada- les obligan a firmar diversos documentos para evitar que inicien alguna demanda laboral y de esa forma se les “libere” su liquidación, la cual por ley les corresponde sin necesidad de condicionamientos.

 

 

Este medio periodístico cuenta con grabaciones telefónicas en las que se detalla ese mal proceder que se emplea específicamente en el área de Promoción y Difusión Cultural de la instancia, contra quienes no responden a sus negros intereses y se niegan a tomar actitudes sumisas.

 

 

Esa terrible situación es orquestada por el Coordinador  de Promoción y Difusión Cultural, Roberto Cruz Guerrero Torres, quien ocupa dicho cargo sin tener los estudios requeridos, como lo es una licenciatura en periodismo y comunicación colectiva.

 

 

 

El funcionario medio únicamente tiene el bachillerato y por lo tanto, no está capacitado para desempeñar adecuadamente su puesto, pues carece de los conocimientos periodísticos que se requieren . Lo anterior se pudo comprobar al buscar su nombre completo en el Registro Nacional de Profesionistas y no apareció.

 

 

 

Además, se pudo obtener su currículum vitae en donde señala su nivel medio de estudios y la información falsa –en la que se ostenta como licenciado- que proporcionó al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Aquí los documentos:

 

 

 

   

 

 

Por supuesto que se solicitó vía telefónica la postura del protagonista de esta historia, quien durante una breve plática, se limitó a decir que eran chismes y que contaba con las pruebas necesarias para acreditar su licenciatura, aunque después entró en contradicciones al argumentar que ya estaba en su proceso de titulación, –sin embargo no especificó en qué universidad- cuando lo más extraño, es que actualmente no cursa ninguna carrera.

 

 

 

 

 

La mayoría del personal que ahí labora se queja de los constantes malos tratos que reciben por parte de Roberto Cruz Guerrero Torres y de las preferencias que muestra hacia otras personas, como Estefanía, quien es reportera interna desde hace ocho años y a la que considera como “su incondicional”.

 

 

“No sabemos realmente cual es la relación que tiene con ella, pero le permite hacer y deshacer en el área bajo el argumento de como tiene muchos años ahí, pues sabe todo el teje y maneje del área y si alguno de nosotros se revela, de inmediato somos objeto de un despido injustificado”, resaltaron los informantes quienes solicitaron el anonimato para evitar represalias.

 

 

El comportamiento de Guerrero Torres ha dejado mucho qué desear en la Secretaría de Cultura, al grado de que algunos funcionarios han comentado que “lamentablemente aquí tenemos gente así, qué podemos decir”.

 

 

Incluso, comentan al autor de esta información que el pasado 11 de febrero 2022, un conocido diario capitalino sacó una nota donde se mencionaba que Roberto Cruz, no tenia estudios universitarios y que desempeñó un pésimo papel como vocero cuando Vanessa Bohórquez López estaba al frente de la dependencia. Tras ese incidente, lo mandaron a llamar del gobierno central para advertirle que “si sale una nota más de esa clase, te vamos a tener que quitar del cargo”.

 

“Vanessa Bohórquez, planeaba presentar su renuncia, se concentró y dedicó a promover su imagen personal, aprovechando su cargo en el Gobierno de la Ciudad de México, con miras a colocarse como candidata a algún cargo de elección popular.  En ese propósito se comprometió a ayudarla Roberto Cruz Guerrero Torres, joven con nula experiencia en el ámbito cultural, quien, al darle por su lado a Bohórquez en su intento de usar la dependencia como plataforma personal, no encontró obstáculos para hacerse de un cargo en la Secretaría de Cultura capitalina.
Finalmente, la exsecretaria fue removida del cargo, pero Cruz Guerrero quedó como Coordinador de promoción y difusión cultural.”, resaltan las fuentes informativas.

 

 

Roberto Cruz –agregan. no cuenta con el perfil, ni título universitario, ni talento o idea, pues a la fecha ha demostrado que no puede llevar la comunicación de una Secretaría tan relevante para una de las ciudades más importantes del mundo. Ostenta su actual cargo no precisamente por méritos propios, sino porque fue recomendado por una persona muy cercana a Claudia Sheinbaum, quien de inmediato “se lo encargó” a Claudia Stella Curiel.