*Los restos de personas ejecutadas por el narco son cortados en trozos, empaquetados y puestos a la venta en dicha cadena comercial
De la redacción
La cadena comercial de alimentos denominada Sukarne –que tiene alrededor de 52 años en la comercialización exclusivamente de proteína animal, ha sido obligada por el crimen organizado para expender carne de los cuerpos de personas asesinadas por integrantes de los cárteles de la droga que operan en el norte y sur de México.
De acuerdo con informes proporcionados por agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) y de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) el producto llega empaquetado y cortado en forma de filetes –que a simple vista parecen de res- a la Ciudad de México principalmente para que sea expendido en las diversas sucursales de ese conocido consorcio.
Al momento las autoridades correspondientes no han emitido ningún tipo de postura sobre el tema toda vez que “aparentemente” lo desconocen, aunque la realidad es que ya investigan la situación.
Cabe señalar que desde el 20 de enero de 2019, en redes sociales circuló un acontecimiento sin precedentes, mencionándose que en la Central de Abasto ubicada en la alcaldía Iztapalapa; elementos de la entonces Secretaría de Seguridad Pública descubrieron una bodega con cuerpos de mujeres atadas y ya listas para la venta por kilo, así es, las mujeres al parecer eran secuestradas por grupos criminales como «Los Zetas», el Cártel de Sinaloa e integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) para después ser vendidas como carne para el consumo humano.
Luego de que acudiera a un llamado de auxilio, por una mujer que logró escapar de la bodega, entraron e hicieron el terrible hallazgo. Los hechos ocurrieron en el pasillo 2 letra G, cuando una mujer de 30 años de edad, logró escapar de una bodega para pedir auxilio a un uniformado y de acuerdo con testigos, en esa bodega almacenan carne para surtir a varias carnicerías de área, los camiones del rastro llegan en la madrugada a descargar, dijeron.
La mujer –cuya identidad se reserva por obvias razones- que logró escapar dijo a los oficiales que había sido privada de su libertad cerca del estado de Morelos, fue subida a una camioneta y con la cara cubierta fue llevada a la bodega donde se encontraba cautiva junto con otras chicas, ella dice no saber qué pasó con las otras chicas.
Dentro de la bodega fueron hallados dos cuerpos de mujeres sin vida, y restos humanos colgados entre los canales de puerco, también fueron encontradas extremidades al interior de un refrigerador.
Las autoridades policiacas informaron que se investigó al dueño de la bodega, así como a los encargados de ella; ese establecimiento se encuentra dentro del Circuito de Carnicerías y Legumbres, en la Central de Abastos.
El entonces Semefo hoy Incifo, hizo el levantamiento de los cuerpos correspondientes y el peritaje de los restos hallados.
El agente del Ministerio Público de la Coordinación Territorial en Iztapalapa Tres inició una carpeta de investigación, para identificar a las mujeres y saber de quién son los restos humanos, así como comparar la información recabada con las mujeres desaparecidas en esos días.
Lo peor es que actualmente, los cuerpos de hombres y mujeres que son ejecutados por integrantes de los cárteles de las drogas siguen desapareciendo sin dejar rastro alguno y el gobierno no ha hecho nada al respecto. Aunque hoy, se sabe que muchos de ellos terminan en filetes empaquetados y en el interior de un refrigerador de las tiendas Sukarne en cualquier parte del país.
Aunado a esto, hay diversos videos de ejecuciones perpetradas por el crimen organizado, donde se ve claramente cuando las víctimas son destazadas vivas y sus ejecutores extraen sus órganos y se los comen. El resto, ya es historia.
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